Licán es un pueblo pequeño antiguo que estaba organizado en ayllus y parcialidades como los: Macají, Baliscán, Cullana, Gausi, Gualinag, Namiclán, Purgoayes u Puruhayes y Forasteros, a los que se le sumaron los; Ananchanga, Andaguilla, Lurinchanga y Mayo que llegaron del Cuzco en calidad de mitimaes traídos por el Inca. Parece que los jíbaros fundaron Macají que significa con fuego combatir, porque utilizaban el fuego para defenderse de sus enemigos.
Con las fuerzas incaicas llegaron los araucanos, quienes soportaron la resistencia de los habitantes de Macají. Victoriosos, los invasores, por orden de Túpac Yupanqui, fundaron Licán con huestes araucanas. Por la lectura de un juicio antiguo, Aquiles Pérez deduce que Macají existió antes de la invasión incaica, Cuxi Argos, venido con el inca, conquistó estas tierras, y por ello fue nombrado gobernador de las mismas por órdenes de los superiores invasores.
Es importante de estas tierras el nombre de Leandro Sepia y Oro, este personaje lugar en la historia de Riobamba y del Ecuador, junto a José Antonio Lizarzaburu y al Barón de Carondelet; son los autores del reasentamiento de la nueva Riobamba. Junto a ellos trazó las calles de la actual ciudad y ayudó, con los indios de su cacicazgo a trasladar los enseres y bienes de los riobambeños que acogieron el llano de San Miguel de Agüisacte en la llanura de Tapi, como su nuevo hogar.
Leandro Sepia y Oro, fue curaca principal y gobernador de Licán y Macají, entre 1764 y 1803, durante toda la polémica e interesante existencia dedicada al servicio de las autoridades españolas y a la defensa de los intereses de su comunidad indígena. Le concedieron el título de Gobernador de Naturales de Riobamba y el título de Regidor de Cabildo de Riobamba, y al final le otorgaron tres caballerías de tierra por su labor incansable durante 42 años a favor de la corona. En 1805, la corona le concedió el título de Regidor Perpetuo del Cabildo de Riobamba; pero un sector de la nobleza, olvidando sus servicios, no asistió a su posesión, “diciendo cómo había de sentarse en la banca con un indio”, según una carta dirigida el 17 de octubre de 1805 al Barón de Carondelet.
Leandro Sepia y Oro poseían un manuscrito en lengua Puruhuay, traducido al castellano acerca de la historia y Tradiciones de sus antepasados. Dichos manuscritos fueron leídos por Humboldt, quien, en una carta a su hermano, dirigida desde Lima, le hace saber sobre la existencia de Huaina Abomatza, un cacique de Licán, Puruhá, que vivió antes de los Duchicelas y Zaplas.
Origen del hombre Puruhá de las investigaciones lingüísticas y de los documentos, Aquiles Pérez asegura que Macají fue la comunidad prehistórica nativa, de origen jíbaro; y Licán fue de creación incásica. A Macají pertenecen los curacas jíbaros Huaina Abomatza, que quiere decir “poner en un sitio serpiente gruesa que muestra agujero” Huasta Puncay, que quiere decir “brasa en calabaza abrir la boca, según consta en los manuscritos que poseía Leandro Sepia y Oro y que fueron leídos por Humboldt.
De lo escrito por Humboldt en dichos manuscritos, se puede asegurar que, el Puruhuay fue la lengua general de Quito; que los manuscritos de Sepia contenían la historia de esa época y referían sobre el hundimiento del Altar y de los desastres ocurridos por causa de éste. También se ha demostrado que Punín, Macají y Licán, tuvieron gobernantes incas después de la denominación.
El 13 de noviembre de 1846, por decreto de la Ley de Régimen Administrativo de División Territorial, publicada como Ley N° 1 de fecha 22 de abril de 1897, en el Registro Oficial N° 350, Licán fue elevada a cartografía Parroquial Civil, junto con Chambo, Flores, Licto, Calpi, Pungalá, Punín y Quimiag, únicas parroquias rurales del cantón Riobamba en esos entonces.
Ministerio de Gobierno y oriente, Quito a 29 de septiembre de 1951, aprobada con el acuerdo Ejecutivo N° 934-A, expedido en la misma fecha, hoy reconocida en la Carta Fundamental de la República. Licán es una parroquia rural del Cantón Riobamba, de la provincia de Chimborazo.
Licán es un nombre paleográfico que significa piedra pequeña.
Su nombre parece provenir de Linean, el mismo que procede de dos voces:
a) Del colorado lin, ahí; can, tomaré. Tomaré ahí.
b) Del araucano linean, piedra pequeña
a) Del colorado lin, ahí; can, tomaré. Tomaré ahí.
b) Del araucano linean, piedra pequeña